A la hora de decidirnos por instaurar un sistema de CRM en nuestra empresa, debemos tener claras algunas especificaciones y características importantes. El CRM ha tenido un empujón importante en los últimos años. Según ha ido aumentando el poder de la nube, también lo ha hecho el CRM.
La mayoría de las empresas lo están instaurando porque consideran que esta herramienta les ayudará a mejorar sus ventas y porque consideran que es importante mantenerse al día frente a la competencia. Por ello, no es difícil convencer al jefe de la necesidad de un CRM.
Son muchas las ocasiones en que la empresa consigue instaurar su CRM pero, pasado un tiempo, se da cuenta de que las cifras no mejoran en absoluto.
Muchas veces los trabajadores huyen de utilizar el nuevo CRM y siguen trabajando como lo hacían antes. Esto ocurre porque, en muchas ocasiones, ven esta nueva herramienta como un trabajo añadido en lugar de complementario. Consideran que no mejora su trabajo sino que les lleva más tiempo.
Un estudio reveló que, entre los trabajadores de ventas, alrededor del 70% perdían cuatro horas diarias intentando meter los datos en el CRM, pero, lo que es peor, el 60% perdía ese mismo tiempo intentando entender los datos ya almacenados en la plataforma.
Por ello, lo importante es escoger un CRM que ayude y no que dificulte el trabajo de nuestros empleados. También podemos crearlo a medida. Esta es la mejor opción para conseguir que se adapte a nuestras necesidades y a nuestros trabajadores.
El CRM debe ser completo y debe ayudarnos a solucionar cualquier necesidad que tengamos. Por ejemplo, la integración de los datos de las redes sociales es ya una necesidad.
La idea es conseguir que el trabajo sea más fácil y más amplio, no que nos imposibilite nuestras tareas.
Los comentarios están cerrados aquí.