Antes de ponerte como loco a contratar un CRM que es posible que no conozcas, es importante saber en qué se basa este. Un CRM se basa en el conocimiento de los clientes para conocer sus necesidades con el objetivo de mejorar su atención y su satisfacción. Esta es la mejor forma de lograr ratios de fidelidad reales que aumenten su rentabilidad.
CRM significa Customer Relationship Management, y se traduce como Gestión de Relaciones con Clientes. En muchas ocasiones, al hablar de CRM nos referimos a un software de gestión que organiza y aglutina la información de nuestros clientes, así como la relación que mantenemos con ellos. Si bien es cierto que las estrategias de CRM se llevan realizando desde hace años, ahora, con el programa informático, es mucho más fácil amoldarnos.
Cuando tenemos pocos clientes, aunque también es recomendable tener un programa de gestión, es mucho más sencillo realizar las estrategias. Sin embargo, a medida que el negocio va creciendo, y vamos teniendo más clientes, se convierte casi en una necesidad.
Cuando tienes cierto volumen de trabajo y de gestión comercial, tirar de memoria y excel no es suficiente. Sobre todo cuando esa información pasa a estar gestionada por más de una persona. En ese caso, sin un programa de gestión, el caos está más que garantizado. En la actualidad es normal con un alto volumen de clientes, por lo que optimizar la gestión de la información es más que necesario.
En la actualidad, los programas CRM están orientados y diseñados para adaptarse a diferentes áreas: ventas, marketing y servicios. Todo depende de dónde consideramos que es más necesario o importante.
Con un CRM consigues:
Estas son solo algunas de las cosas que puedes lograr con un CRM, ¡pero hay muchas más!
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