Tener un CRM puede ser la ayuda definitiva para tu empresa. Eso sí, cuando te dispones a elegir el CRM más adecuado para ti, debes saber que existen diferentes tipos. Principalmente se divide en tres tipos: Operacional, analítico y colaborativo. Es importante que conozcas las características de cada tipo para que le puedas sacar el máximo partido.
El CRM Operativo puede ayudarte con numerosas cuestiones dentro de una empresa: proporcionará el mejor servicio a los clientes gracias a los diferentes canales que tiene. Además, coordina todos estos canales y entrega la respuesta más necesaria.
El CRM Analítico está diseñado para centrarse en el análisis de los datos de los clientes objetivos a través de herramientas operacionales. Con esto, lo que estamos buscando es conseguir administrar correctamente el negocio.
Este tipo de CRM está íntimamente relacionado con el Data Warehouse, es decir, el lugar donde encontramos el almacenamiento de la información que será utilizada durante la búsqueda y el análisis. Gracias a esta tecnología, encontrar aquello que queremos es mucho más sencillo. Únicamente hace falta una búsqueda rápida.
El CRM analítico se compone de:
Este tipo de CRM también tiene una función importante ya que se encarga de la interacción entre el cliente y la empresa a través de los canales de comunicación. La idea es ofrecer al cliente una serie de productos, ideas, ofertas, etc., que le acaben creando una necesidad y un vínculo de fidelidad con nuestra empresa.
Para conseguir estas funciones, el CRM colaborativo tiene dos funciones principales:
Para conseguir un buen sistema de CRM, lo mejor es hacer una combinación de los tres. De este modo nos aseguramos grandes resultados.
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